Lo ocurrido en Colombia no debe llamarnos la atención y menos escandalizarnos ni atemorizarnos, se trata de verdadera democracia expresada en las urnas, respetada por todos al unísono dada la confiabilidad en un proceso llevado a cabo de forma transparente, aunque con mucha guerra sucia en la previa del balotaje. El resultado es la respuesta de la población a la necesidad de un cambio profundo en la política social y en las viejas formas de administración pública.

Analizando entre líneas el discurso del Presidente electo y lo propuesto en gran parte de su campaña, creo que podemos tomar varias lecciones no solo en materia de lo que se avizora podría ser su política económica y social, sino del mismo comportamiento del electorado que a diferencia de Bolivia no está obligado a ejercer su derecho al voto. Enumeremos algunas de estas lecciones que dejo a consideración de los lectores.

Lección No. 1. La esencia de la democracia está en el derecho a decidir quién nos debe representar y gobernar. No es posible elegir entre una sola fuerza política sin contendor, a quien se podría eliminar o soslayar desde el ejercicio del gobierno, o en definitiva se podría auto excluir por propia incapacidad. La oposición marca el equilibrio del poder político en el legislativo y garantiza la independencia de la institucionalidad democrática que son la base para el diálogo y consenso. Una oposición activa y constructiva es saludable para una mejor democracia.

Lección No. 2. La primacía de la reconciliación y la paz, la erradicación del conflicto y las protestas violentas. Ésta creo que es una de las mejores lecciones, de un mensaje sin odio ni rencor, mirando lo que une y no lo que divide, el resentimiento solo cultiva y aumenta las diferencias sociales y raciales. No se resuelve el problema de la marginalidad e injustica encarcelando a los oportunistas y opresores, sino, reparando el daño e integrando al desarrollo a los afectados.

Lección No. 3. Justicia social e inclusión de los “nadie”. La búsqueda constante de una sociedad más justa, propiciada por el Estado a través de la educación y la salud gratuita para todos. El desarrollo de programas medio ambientales, energías renovables, la economía del mar, acorde con los objetivos de desarrollo sostenible al 2030, en los cuales se incluyan a mujeres y jóvenes desde sus comunidades.

Lección No. 4. La lucha contra la corrupción en todos sus niveles. Tarea pendiente en la Región y que fue bandera de los candidatos a la presidencia colombiana. Será un proceso encarado a través del consenso con todas las fuerzas políticas de oposición para implementar mecanismos de transparencia en las contrataciones públicas, con el apoyo de los organismos internacionales. En este tema todos debemos ser conscientes que la única forma de acabar con los corruptos es tenerlos fuera de la administración de los recursos públicos, hay que digitalizar, sistematizar y despersonalizar los procedimientos de contratación, se debe tercerizar la calificación de las propuestas de obras y los procesos de fiscalización con las garantías debidas de los proponentes.

Lección No. 5. Profundizar el capitalismo para generar mayor producción y riqueza para su mejor distribución en la sociedad. Un capitalismo no de atesoramiento, sino de generación de mayor riqueza con inversión y empleo, como una forma de reducir la pobreza con empleos dignos. Generar más para distribuir mejor, que los pobres sean menos pobres sin empobrecer a los ricos, sino, siendo consecuentes con la justicia social de una mejor distribución a través de una carga fiscal justa y proporcional, sin exacción ni confiscación.

Lección No. 6. Preservar las relaciones externas de interés para la sociedad y el Estado. En esencia se plantea que el gobierno debe propiciar todas las vinculaciones posibles más allá de la ideología o afinidad política que se tenga. Las relaciones diplomáticas con Venezuela, Cuba y Nicaragua, a pesar de ser regímenes cuestionados por su precaria democracia no deberían soslayarse dado el interés soberano del Estado de preservarlas, lo que no debería ir en desmedro de la relación con Estados Unidos o la Unión Europea, con quienes se pretende una mayor cooperación en diversos ámbitos como la lucha contra el narcotráfico. Los acuerdos deben preservarse en el marco de una visión pragmática de las relaciones económicas internacionales.

Es muy posible que estas lecciones teóricas extraídas e interpretadas del discurso del mandatario colombiano electo, sean una especulación basada en el deseo de un gobierno socialista moderado, pragmático, incluyente, en cuyo ejercicio del poder no restrinja la inversión privada, la iniciativa y el emprendimiento, que se respete la propiedad debidamente lograda, con respeto a la libertad y los derechos ciudadanos.

Nunca es tarde para aleccionarnos con lo bueno que se puede hacer y lograr, el tiempo en el corto plazo nos dirá si las lecciones de un nuevo socialismo progresista han tenido mejores resultados que las aplicadas por el viejo socialismo dogmático estatista.

Lic. Antonio Rocha Gallardo

PRESIDENTE CNDA