CNDA-NE-004-2020

EL MANIFIESTO DE DAVOS

El viernes pasado concluyó en la ciudad suiza de Davos el encuentro denominado Foro Económico Mundial que en su 50ava versión congregó a destacados dignatarios de las principales economías del planeta y a más de 3000 altos ejecutivos e inversionistas de las principales compañías del mundo, en resumen es el encuentro mundial de mayor influencia en la economía global que marca las pautas sobre cómo se deberían encarar los principales problemas que afectan a las personas, las economías y el medio ambiente.

El Manifiesto del Foro Económico Mundial, giró sobre tres ejes principales, el primero plantea una renovada forma de capitalismo, denominado “el capitalismo de las partes interesadas – stakeholder capitalism” en el que se hace un llamado a las empresas a pagar una contribución justa a través de sus impuestos, mostrar tolerancia cero a la corrupción, defender los derechos humanos en todas sus cadenas de suministro globales y abogar por una competencia justa. Es decir, un capitalismo incluyente de la sociedad, el trabajador, los proveedores, consumidores y basado en el respeto a la conservación del planeta, y no un capitalismo centrado en el inversionista y el capital, así como tampoco un capitalismo de Estado donde el gobierno controla la propiedad de la producción de bienes y servicios.

Un segundo eje de propuestas está centrado en una serie de principios éticos que deben guiar a las empresas en la “Cuarta Revolución Industrial” el impacto del comportamiento organizacional en la sociedad y la economía, la defensa de la empleabilidad y valor del recurso humano frente al uso de las nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial, la Impresión 3D y el Internet de las Cosas.  Entre estos principios éticos se establece que una empresa cumple con la sociedad en general a través de sus actividades cuando apoya a las comunidades en las que trabaja y paga un porcentaje equitativo de los impuestos, cuando garantiza un uso seguro, ético y eficaz de los datos, cuando actúa como garante del medio ambiente para las generaciones futuras, cuando protege de un modo responsable nuestra biosfera y amplía incesantemente los límites del conocimiento, la innovación y la tecnología para mejorar el bienestar de las personas.

Un tercer eje de discusión estuvo centrado en la defensa del medio ambiente y la sostenibilidad del planeta frente al calentamiento global, haciendo un llamado desesperado a las empresas a reducir su emisión de dióxido de carbono a cero hasta el año 2050. Al respecto aún hay posiciones divergentes que se ratifican en Davos, por una parte, la Unión Europa que aboga por un mayor compromiso de las naciones sobre la emisión de gases de efecto invernadero y el endurecimiento de las sanciones y restricciones a las industrias de países emergentes que poco hacen para reducir estas emisiones e inundan con productos los mercados de los países comprometidos contra el cambio climático. Por su parte Estados Unidos, cuyo Presidente abrió los discursos de los mandatarios asistentes al Foro, expresa una visión menos fatalista y más bien propone moderar el discurso apocalíptico y no dar oídos a los que llama profetas del desastre medio ambiental.

¿Todo esto como nos afecta y cuanto influye en Bolivia? Las respuestas pueden ser diversas dependiendo del cristal con el que se mire cada uno de los problemas planteados en los ejes de discusión en Davos. Respecto al primer tópico creo que transitamos de un capitalismo de falsos socialistas que pretendían eternizarse en el Estado a un sistema de economía mixta bajo los principios del libre mercado y libre competencia, es decir un Estado bajo el control de los recursos estratégicos en asociación con el capital privado y el resto de la producción en manos privadas. Nuestra economía creo que aun permanecerá por algún tiempo basada en la renta de los recursos naturales al ser estos los que contribuyen con más de dos tercios a la generación de ingresos por exportaciones y su importancia en la contribución al PIB va más allá del valor de su producción, al ser uno de los sectores de mayor contribución al presupuesto del gasto público.

Sobre el rol de las empresas bolivianas, estamos frente a un gran desafío con el cambio de modelo y es el momento en que debemos tener la capacidad de migrar de la tradicional empresa basada en la renta del capital y en la tradicional viveza de la elusión fiscal a la contribución justa y equitativa al Estado, a crear en todas nuestras estructuras intolerancia a la corrupción y animadversión a los corruptos, a integrar a nuestro colaboradores a los beneficios de las empresas, con salarios dignos asegurando su bienestar, a precautelar los derechos de nuestros consumidores y a respetar las reglas de un competencia justa y equilibrada.

Sobre el tema medio ambiental será más que suficiente si respetamos las áreas protegidas el plan de uso de suelo y evitamos la expansión descontrolada de la frontera agrícola. Nuestra responsabilidad está en la contribución a la preservación sustentable.

Lic. Antonio Rocha Gallardo

PRESIDENTE CNDA